Enseñanza de los derechos humanos en la escuela primaria
El derecho a la educación no te da derecho a aprender lo que quieras, donde quieras. Los tribunales han dictaminado que el derecho a la educación se refiere al sistema educativo que ya existe. No exige que el gobierno proporcione o subvencione ningún tipo específico de educación.
El gobierno puede regular la forma en que se imparte la educación. Por ejemplo, puede aprobar leyes que hagan obligatoria la educación o que impongan requisitos de salud y seguridad a las escuelas. Los colegios pueden aplicar políticas de admisión siempre que sean objetivas y razonables.
Aunque los padres tienen derecho a que se respeten sus creencias religiosas o filosóficas durante la educación de sus hijos, no se trata de un derecho absoluto. Siempre que estas creencias se tengan debidamente en cuenta, una autoridad educativa puede apartarse de ellas siempre que haya buenas razones y se haga de forma objetiva y crítica y atendiendo a la diversidad de creencias y visiones del mundo.
No se puede negar a nadie el derecho a la educación. En el ejercicio de las funciones que asuma en materia de educación y enseñanza, el Estado respetará el derecho de los padres a que dicha educación y enseñanza sean conformes a sus propias convicciones religiosas y filosóficas.
Plan de lecciones de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, 1979) establece una declaración internacional de derechos para las mujeres. El artículo 10 garantiza su derecho a la educación. Promueve la igualdad de género dotando a toda mujer de los mismos derechos que al hombre en el ámbito de la educación, desde la educación preescolar hasta la técnica superior. Se refiere al acceso a la educación, a las oportunidades de orientación profesional y de carrera, a las becas u otras ayudas al estudio, a los programas de formación continua (aprendizaje de adultos) y a la eliminación del analfabetismo. También prevé la eliminación de cualquier concepto estereotipado de los roles de hombres y mujeres en todos los niveles y en todas las formas de educación.
La Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (ICERD, 1965) prohíbe la discriminación racial en el disfrute de los derechos humanos, incluidos los derechos económicos, sociales y culturales. El artículo 5 garantiza el derecho a la educación de toda persona, sin distinción de raza, color u origen nacional o étnico. El artículo 7 anima a los Estados a tomar medidas para combatir los prejuicios que conducen a la discriminación racial en el ámbito de la enseñanza y la educación y a promover la comprensión, la tolerancia y la amistad entre las naciones y los grupos raciales o étnicos.
Declaración universal de los derechos humanos versión adaptada a los niños
Tras el final de la desastrosa Segunda Guerra Mundial, la comunidad mundial asumió un nuevo compromiso con los derechos humanos. El 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó y proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Este compromiso se llama Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) y tiene 30 secciones. Uno de los compromisos más importantes fue el artículo 26, que dice: «La educación debe estar encaminada al pleno desarrollo de la personalidad humana».
Aunque el compromiso parecía ser exhaustivo en su forma intrínseca, el desarrollo de los seres humanos, la personalidad plena, es importante como hilo conductor de la DUDH. Su importancia a la hora de enmarcar un concepto holístico de la naturaleza humana como esencialmente libre, social, potencialmente educada y con derecho a participar en la toma de decisiones críticas se ve reforzada por la repetición en varios puntos de la DUDH de lo siguiente:
El objetivo del «pleno desarrollo» pretendía captar las cualidades habilitadoras del derecho a la educación, y de la educación sobre los derechos humanos para capacitar a las personas en sus facultades potenciales a fin de garantizar la dignidad humana. Este punto de vista se desprende de una lectura atenta de la frase clave – «el pleno desarrollo de la personalidad humana»-, a la que sigue inmediatamente, sin siquiera una coma, la frase: «y al fortalecimiento de los derechos humanos y las libertades fundamentales». Utilizando un enfoque estándar para la construcción de la ley, se podría concluir que la unión de los dos elementos fue deliberada y significativa, especialmente teniendo en cuenta el mandato de la Sra. Roosevelt de buscar la concisión.
Actividades de derechos humanos para estudiantes
Considerando que, de conformidad con los principios proclamados en la Carta de las Naciones Unidas, el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana es el fundamento de la libertad, la justicia y la paz en el mundo,
Teniendo presente que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe en los derechos fundamentales del hombre y en la dignidad y el valor de la persona humana, y se han propuesto promover el progreso social y elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad,
Reconociendo que las Naciones Unidas, en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en los Pactos Internacionales de Derechos Humanos, han proclamado y acordado que toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en ellos, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición,
Convencidos de que la familia, como grupo fundamental de la sociedad y medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros y, en particular, de los niños, debe recibir la protección y la asistencia necesarias para que pueda asumir plenamente sus responsabilidades dentro de la comunidad,