octubre 4, 2023

Declaracion universal de los derechos de las mujeres

Convenciones internacionales sobre los derechos de la mujer

«Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos». Con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, las Naciones Unidas elaboraron en 1948 una resolución que pretende garantizar la mayor protección posible a todos los seres humanos, sin restricciones o, como dice la Declaración, «sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social»[1].

Sin embargo, cada día, en todo el mundo, las mujeres sufren las más graves violaciones de estos derechos humanos: violencia en la familia, por parte de la pareja o en el trabajo, negación de los derechos sexuales y reproductivos, matrimonios forzados, tráfico de mujeres, prostitución forzada, aborto selectivo de fetos femeninos.

Además, la discriminación de la mujer conduce a la desigualdad de oportunidades en la vida: la mitad femenina de la población mundial recibe generalmente salarios más bajos que la mitad masculina. Las mujeres a menudo no tienen acceso a la tierra, aunque son las que principalmente la cultivan.

Artículo sobre los derechos de la mujer

Considerando que el desconocimiento y el desprecio de los derechos humanos han dado lugar a actos de barbarie que han ultrajado la conciencia de la humanidad, y que se ha proclamado como la aspiración más elevada del hombre el advenimiento de un mundo en el que los seres humanos disfruten de la libertad de palabra y de creencias y estén libres del temor y de la miseria,

Todos son iguales ante la ley y tienen derecho, sin discriminación alguna, a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja la presente Declaración y contra toda incitación a tal discriminación.

Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra y a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.

Toda persona tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

¿Son universales los derechos de la mujer?

La Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptada por las Naciones Unidas en 1948 afirma que «todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos». Aun así, casi 70 años después ningún país del mundo ha conseguido la igualdad de género.

El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ambos adoptados en 1966, recogen los principios de la Declaración en el derecho internacional. Los miembros de las Naciones Unidas que aceptan estos pactos deben garantizar que las mujeres y los hombres puedan disfrutar en igualdad de condiciones de todos los derechos que se esbozan.

Desde su creación en 1946, la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU ha trabajado para detallar lo que significan estas responsabilidades en la práctica.    La preocupación por el hecho de que los marcos de derechos humanos existentes no condujeran a una acción integral en favor de los derechos de la mujer llevó a la elaboración de una Convención específica sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer. Adoptada por unanimidad en 1979, en ella se explica qué deben hacer los países para acabar con la discriminación de la mujer.

Derechos de las mujeres de la Udhr

Eleanor Roosevelt es muy conocida por su papel protagonista en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (DUDH), pero otras mujeres también contribuyeron a que la Declaración Universal fuera realmente universal.

A Hansa Mehta, de la India, se le atribuye el cambio de la frase «Todos los hombres nacen libres e iguales» del artículo 1 por «Todos los seres humanos nacen libres e iguales». Fue un cambio de una sola palabra que significó toda la diferencia.

Begum Shaista Ikramullah, de Pakistán, defendió el artículo 16 sobre la igualdad de derechos en el matrimonio para combatir los matrimonios infantiles y forzados. Minerva Bernardino, de la República Dominicana, defendió con éxito la inclusión de la igualdad de hombres y mujeres en el preámbulo de la DUDH. Bodil Begtrup, de Dinamarca, abogó por que la DUDH se refiriera a «todos» o «todas» como titulares de los derechos, en lugar de «todos los hombres».

Muchas mujeres ayudaron a convertir la Declaración Universal de los Derechos Humanos en lo que es hoy, entre ellas (de izquierda a derecha) Angela Jurdak Khoury, de Líbano; Fryderyka Kalinowski, de Polonia; Bodil Begtrup, de Dinamarca; Minerva Bernardino, de República Dominicana; y Hansa Mehta, de India.