octubre 4, 2023

Declaracion universal de la democracia

Fines y objetivos de la democracia

Adoptada en nombre de los «pueblos de las Naciones Unidas», la Carta de la ONU expresa «la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres y de las naciones grandes y pequeñas…» Pero en ninguna de sus disposiciones utiliza el término democracia. El carácter democrático del gobierno de un Estado no es una condición para ser admitido en las Naciones Unidas; al igual que la violación de los principios democráticos -y, sobre todo, de los derechos humanos- no se convierte en una causa de exclusión.

Es sin duda en el enfrentamiento Este-Oeste de los años 40 a 80 donde hay que buscar la explicación del sistema de la ONU sobre la democracia. Dado que existían desacuerdos fundamentales sobre el significado de la democracia (democracia «popular» frente a democracia «genuina»), los Estados la veían como un argumento adicional que podían utilizar en sus conflictos, pero no la consideraban la base de la paz nacional e internacional.

Al final de la Segunda Guerra Mundial, la falta de acuerdo sobre el significado de la democracia no afectó -o al menos no de forma inmediata- a la otra faceta de la exigencia de una vida humana digna de ser vivida: los derechos humanos, ya que fue posible adoptar una Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948. Pero el hecho es que la Declaración Universal sólo menciona la democracia una vez, en el artículo 29, párrafo 2. Esta disposición permite limitaciones a los derechos humanos, justificadas, entre otras cosas, por las exigencias de «la moral, el orden público y el bienestar general en una sociedad democrática». Por lo tanto, es con respecto a las exigencias de la democracia que hay que evaluar las limitaciones impuestas a los derechos humanos. La democracia, como régimen de libertad, se convierte así en el instrumento mismo para juzgar las limitaciones que pueden imponerse a los derechos humanos.

Unión interparlamentaria

Muchos medios de comunicación se refieren a la matanza en Siria como «la tragedia siria». Pero esto no es un drama griego. Lo que estamos presenciando a diario no es una aflicción enviada por los dioses para castigar a los seres humanos por sus pecados. La razón de la muerte de miles de civiles es evidente: donde no hay papeletas, hay balas. Si Siria estuviera gobernada por un gobierno elegido democráticamente, el derramamiento de sangre interno se habría evitado con toda probabilidad.

Los regímenes despóticos se caracterizan por el alejamiento psicopático del gobernante de la realidad y, por tanto, de la valoración de su verdadera fuerza. El resultado suele ser una matanza masiva seguida de venganza: la mayoría de los dictadores no mueren en la cama.

Y aquí está la paradoja en el corazón del discurso de los derechos humanos. Mientras que el derecho a vivir en una democracia puede equivaler al derecho a la vida – vivir bajo un régimen democrático asegurará a una persona contra la muerte arbitraria causada por un régimen tiránico, y la experiencia demuestra que las democracias no entran en guerra entre sí – el derecho internacional no reconoce el derecho de un individuo a vivir en una democracia. La Carta de la ONU se abre con la elevada pero vacía frase de «nosotros los pueblos», pero la democracia no se menciona. La adhesión no está condicionada a que el Estado miembro sea democrático; de hecho, hay una mayoría de regímenes no democráticos en la Asamblea General. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU nunca ha tenido una mayoría de miembros democráticos en los últimos años y ha estado dirigido, en un alarde de humor de horca inconsciente, por incondicionales de los derechos humanos como China, Libia, Arabia Saudí y Siria.

Cuál es el principal objetivo de la democracia clase 8

El espacio global de comunicación e información es un bien común de la humanidad y debe ser protegido como tal. Su gestión es responsabilidad de la humanidad en su conjunto, a través de las instituciones democráticas, con el fin de facilitar la comunicación real entre las personas, la cultura, los pueblos y las naciones, al servicio de los derechos humanos, la concordia civil, la paz, la vida y el medio ambiente.

El espacio global de comunicación e información debe servir al ejercicio de la libertad de expresión y de opinión y respetar los principios de pluralismo, libertad, dignidad, tolerancia y el ideal de razón y entendimiento. El conocimiento es necesario para que el ser humano desarrolle sus capacidades biológicas, psicológicas, sociales, políticas y económicas. El acceso al conocimiento, en particular al conocimiento de la realidad, es un derecho fundamental.

El espacio de la comunicación y la información debe organizarse de manera que permita el ejercicio de los derechos y la democracia. Debe preservar y reforzar nuestra capacidad para afrontar los retos del presente, anticipar nuestro destino común y ayudarnos a configurar un desarrollo global sostenible que tenga en cuenta los derechos e intereses de las generaciones futuras.

Asamblea parlamentaria de la co

Veinticinco años después, con el telón de fondo del retroceso democrático y los parlamentos atacados en muchos países del mundo, ¿sigue siendo relevante la declaración? ¿Es la democracia lo suficientemente resistente y flexible como para adaptarse a los retos de hoy y seguir cumpliendo con los ciudadanos? ¿Están las democracias a la altura de la tarea de mitigar los efectos de la emergencia climática? ¿Y qué piensan los jóvenes?

S.E. Hend Abdalrahman Al-Muftah, es la Representante Permanente de Qatar ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra y otras organizaciones internacionales en Suiza. Fue nombrada en julio de 2022.

S.E. la Sra. Al-Muftah ha tenido una amplia carrera desde 2004, incluyendo diferentes puestos académicos, de investigación y profesionales.    En 2017, S.E. la Sra. Al-Muftah fue nombrada miembro del Consejo de la Shura de Qatar, siendo una de las cuatro mujeres que se incorporaron al Consejo por primera vez para un mandato de cuatro años. Ha sido miembro o consultora de varios organismos nacionales y regionales y cuenta con numerosas publicaciones.