Impacto de la declaración universal de los derechos humanos en la sociedad
El punto central de este ensayo es evaluar críticamente la importancia de la DUDH para garantizar la protección de los derechos humanos (DDHH). En primer lugar, se analizará el contexto histórico que condujo a la adopción del documento. A continuación, se dilucidará la evolución que ha tenido lugar en el derecho internacional de los derechos humanos tras su creación. A continuación, se analizarán algunas de las virtudes de la DUDH en el contexto de la protección de los derechos humanos. También se prestará atención a los casos en los que la eficacia de la capacidad de la DUDH para proteger los derechos humanos se ha visto socavada. Estos casos se ilustrarán con dos artículos de la Declaración y con la forma en que estos derechos se están eludiendo en la sociedad contemporánea. A continuación, el ensayo presentará sugerencias sobre cómo puede mejorarse el statu quo. En última instancia, se afirmará que, a pesar de las persistentes violaciones de los derechos humanos por parte de los Estados, la DUDH sigue siendo sacrosanta y pertinente para la protección de los derechos humanos.
Tras la Segunda Guerra Mundial1, surgieron las Naciones Unidas (ONU)2, con el objetivo de prevenir futuros cataclismos. Tras la Carta de la ONU, los líderes mundiales deliberaron sobre un posible documento que complementara la Carta y garantizara los derechos de las personas en todo el mundo. Se creó la Comisión de Derechos Humanos3, y finalmente, el 10 de diciembre de 1948, en París, la ONU adoptó la DUDH, con ocho abstenciones4.
¿Cuántos países han firmado la declaración universal de los derechos humanos?
La Segunda Guerra Mundial se prolongó de 1939 a 1945 y, a medida que se acercaba el final, las ciudades de Europa y Asia estaban en ruinas. Millones de personas murieron, otros millones se quedaron sin hogar o murieron de hambre. Las fuerzas rusas se acercaban a los restos de la resistencia alemana en Berlín, la capital bombardeada. En el Pacífico, los marines estadounidenses seguían luchando contra las fuerzas japonesas atrincheradas en islas como Okinawa.
En abril de 1945, delegados de cincuenta países se reunieron en San Francisco llenos de optimismo y esperanza. El objetivo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional era crear un organismo internacional para promover la paz y evitar futuras guerras. Los ideales de la organización se enunciaron en el preámbulo de su propuesta de carta: «Nosotros, los pueblos de las Naciones Unidas, estamos resueltos a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra, que dos veces durante nuestra vida ha infligido a la humanidad sufrimientos indecibles».
En 1948, la nueva Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas había captado la atención del mundo. Bajo la dinámica presidencia de Eleanor Roosevelt, viuda del presidente Franklin Roosevelt, defensora de los derechos humanos por derecho propio y delegada de Estados Unidos ante la ONU, la Comisión se dispuso a redactar el documento que se convirtió en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Roosevelt, a quien se atribuye su inspiración, se refirió a la Declaración como la Carta Magna internacional para toda la humanidad. Fue adoptada por las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948.
Derecho a la educación
La Declaración Universal fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948. Motivada por las experiencias de las guerras mundiales precedentes, la Declaración Universal fue la primera vez que los países se pusieron de acuerdo en una declaración global de derechos humanos inalienables.
La Declaración Universal incluye derechos civiles y políticos, como el derecho a la vida, la libertad, la libertad de expresión y la privacidad. También incluye derechos económicos, sociales y culturales, como el derecho a la seguridad social, la salud y la educación.
Sin embargo, es una expresión de los valores fundamentales que comparten todos los miembros de la comunidad internacional. Y ha tenido una profunda influencia en el desarrollo del derecho internacional de los derechos humanos. Algunos sostienen que, dado que los países han invocado sistemáticamente la Declaración durante más de sesenta años, ésta se ha convertido en vinculante como parte del derecho internacional consuetudinario.
Artículo 10 de la directiva europea
La comunidad internacional debe reconocer las libertades democráticas y la justicia social como principios básicos para garantizar una paz mundial duradera. Sólo entonces podrá desarrollarse una sociedad civil global en la que hombres, mujeres y niños puedan vivir sin miedo a la discriminación, la opresión o la persecución y tengan acceso a la educación, a la asistencia sanitaria básica y a unas condiciones de vida y de trabajo dignas. La restricción arbitraria de las libertades civiles y las graves violaciones de los derechos humanos fundamentales no pueden tolerarse, ni siquiera en la lucha contra el terrorismo.
A pesar de las garantías de la Declaración General de los Derechos Humanos de la ONU y de numerosos acuerdos internacionales, persisten los crímenes contra la humanidad y la discriminación y persecución por motivos de raza, religión, sexo o convicciones políticas. Los juicios de Nuremberg pusieron fin a la doctrina de que los jefes de Estado gozan de inmunidad frente a los juicios por crímenes contra la humanidad. Hoy en día, existen instrumentos de derecho internacional que pueden utilizarse para perseguir estos crímenes. La creación del Tribunal Penal Internacional ha permitido perseguir y llevar ante la justicia a dictadores y criminales de todo el mundo. El respeto de los derechos humanos sólo puede garantizarse cuando estos derechos son exigibles al estar consagrados en el derecho internacional y nacional.