Consejo de Derechos Humanos
La Declaración Universal fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948. Motivada por las experiencias de las guerras mundiales precedentes, la Declaración Universal fue la primera vez que los países se pusieron de acuerdo en una declaración global de derechos humanos inalienables.
La Declaración Universal incluye derechos civiles y políticos, como el derecho a la vida, la libertad, la libertad de expresión y la privacidad. También incluye derechos económicos, sociales y culturales, como el derecho a la seguridad social, la salud y la educación.
Sin embargo, es una expresión de los valores fundamentales que comparten todos los miembros de la comunidad internacional. Y ha tenido una profunda influencia en el desarrollo del derecho internacional de los derechos humanos. Algunos sostienen que, dado que los países han invocado sistemáticamente la Declaración durante más de sesenta años, ésta se ha convertido en vinculante como parte del derecho internacional consuetudinario.
Declaración de los derechos humanos ilustrada
La idea de los derechos humanos es tan simple como poderosa: que las personas tienen derecho a ser tratadas con dignidad. Los derechos humanos son inherentes a todos los seres humanos, sea cual sea su nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, idioma o cualquier otra condición. Toda persona tiene derecho a disfrutar de los derechos humanos sin discriminación. Todos estos derechos están relacionados entre sí, son interdependientes e indivisibles.
Los Principios de Derechos Humanos (Principios 1 y 2) del Pacto Mundial de la ONU se derivan de la Declaración Universal de Derechos Humanos. Pedimos a las empresas que respeten y apoyen los derechos humanos proclamados internacionalmente y que se aseguren de no ser cómplices de abusos de los derechos humanos. Tenemos ante nosotros una oportunidad única para crear una sociedad más equitativa y sostenible. La comunidad empresarial mundial puede y debe responder al llamamiento y defender los derechos humanos.
Las empresas tienen unas responsabilidades mínimas que cumplir para respetar los derechos humanos. Deben actuar con la debida diligencia para evitar infringir los derechos de los demás, lo que incluye abordar cualquier impacto negativo sobre los derechos humanos relacionado con su negocio. También deben respetar las normas internacionales y evitar causar o contribuir a impactos adversos sobre los derechos humanos a través de sus actividades y relaciones.
Los 30 derechos humanos
Teniendo en cuenta también el Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica, de 5 de junio de 1992, y destacando a este respecto que el reconocimiento de la diversidad genética de la humanidad no debe dar lugar a ninguna interpretación de carácter social o político que pueda poner en tela de juicio «la dignidad intrínseca y (…) los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana», de conformidad con el Preámbulo de la Declaración Universal de Derechos Humanos,
Reconociendo que las investigaciones sobre el genoma humano y las aplicaciones que de ellas se derivan abren vastas perspectivas de progreso para mejorar la salud de los individuos y de la humanidad en su conjunto, pero subrayando que esas investigaciones deben respetar plenamente la dignidad, la libertad y los derechos humanos, así como la prohibición de toda forma de discriminación basada en las características genéticas,
El genoma humano subyace a la unidad fundamental de todos los miembros de la familia humana, así como al reconocimiento de su dignidad y diversidad inherentes. En un sentido simbólico, es el patrimonio de la humanidad.
Convenio Europeo de Derechos Humanos
Los derechos humanos son universales e inalienables; indivisibles; interdependientes e interrelacionados. Son universales porque todas las personas nacen con los mismos derechos y los poseen, independientemente del lugar donde vivan, de su sexo o raza, o de su origen religioso, cultural o étnico. Inalienables porque los derechos de las personas nunca pueden ser retirados. Indivisibles e interdependientes porque todos los derechos -políticos, civiles, sociales, culturales y económicos- tienen la misma importancia y ninguno puede disfrutarse plenamente sin los demás. Se aplican a todos por igual, y todos tienen derecho a participar en las decisiones que afectan a sus vidas. Se mantienen gracias al Estado de Derecho y se refuerzan mediante la exigencia legítima de que los titulares de obligaciones rindan cuentas ante las normas internacionales.
Universalidad e inalienabilidad: Los derechos humanos son universales e inalienables. Todas las personas en cualquier parte del mundo tienen derecho a ellos. La universalidad de los derechos humanos se recoge en las palabras del artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos «Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos».